19 marzo 2008

Un ratito y me quedó para siempre

Lo primero que sentí fue ese raro calor en mi cabeza.
Había llegado corriendo, como habitualmente hago todo.

Estaba realmente aturdida.
Supuse que se debía a ese vértigo aún recorriéndome,
luego las piernas se pusieron pesadas, tanto, que acomodar el talón derecho,
mal apoyado sobre la camilla, fue todo un logro.

Por un tiempo, no sentí más que ese cansancio que me dejaba pegada a la cama.

Tomé conciencia de mi lengua..que estaba inmóvil, muerta, dentro de mi boca.
La aflojé y sentí como el calor en mi cabeza cedía.
y me asistí a mi misma,
(no malinterpreten, che..)
me asistí = me ví
el cuerpo sobre la cama, mi mente en otro lugar, mi espíritu vaya a saber donde..
me vi toda desperdigada, desnuda, estando vestida.

Un ratito más y un suave volver a ese olor en la habitación, a la casa, a la vereda, a mi auto..

Me senté en él, y bostecé varias veces,
me sacaba tensión en cada bostezo.
Después enfilé hacia mi barrio, liviana, como una gaviota.

Un ingeniero puede creer en Reiki?
vaya cuestión!
pero si sé que los ingenieros gustamos de investigar TODO!..TODO...

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